" Esa vez que me sentí tan segura de mi misma, conseguí lo que tanto tiempo había buscado, un príncipe azul.
Vale, estamos en el siglo XXI, ya no hay de eses y no, no iba vestido de azul, tampoco me canta serenatas frente al balcón del que carezco, ni se arrodilla para entregarme una rosa un día cualquiera mientras los pájaros cantan, él es más que eso.Él es más que un antiguo mito o que una invención de Disney, él es real."
"Puede que no sea el chico perfecto, quien lo es?
Pero es el chico que hace que sonría cuando estoy triste, el que me hace llorar de felicidad, el que consigue que me suba la adrenalina con un simple beso, el que me contagia la sonrisa, el que me soporta cuando estoy mal sin echármelo nunca en cara, el que me hace estremecer con un minúsculo gesto, el que me derrite con una mirada, es el que consigue hacer sus defectos perfectos y el único que consigue que me aproxime un poco a la felicidad."
"Puede que mi cuento de hadas se acabe hoy mismo, o mañana o dentro de un mes, pero tengo el consuelo de que alguien me ha hacho ser feliz, de que alguien ha podido quererme como soy, con defectos y desperfectos, y puede que si lo pierdo me derrumbe, pero mientras pueda seguiré queriéndole cada día un poco más y enbobándome más con esa sonrisa que tanto me gusta, deleitándome con eso labios a los que no se les puede poner precio y perdiéndome en esos ojos de tono amarronado."
Escucha con atención la moraleja, puedes asumir que lo perderás, pero nunca dejes de aprovechar el momento mientras aún puedas tenerlo entre tus brazos.